En Ayn Rand y el altruismo, George H. Smith llama la atención sobre la benevolencia en el pensamiento de Rand. De hecho, Smith defiende el rechazo de Rand al altruismo comparándolo con la benevolencia. En esta serie de ensayos, publicados originalmente en Libertarianism.org y republicados por The Atlas Society con el permiso del autor, Smith comienza por establecer que la definición de altruismo de Rand («poner a los demás por encima de uno mismo, de sus intereses por encima de los propios») es idéntica a la definición de altruismo originada por Auguste Comte. El filósofo francés del siglo XIX consideraba que el altruismo era la base de la moralidad. Rand consideraba que el altruismo era la antítesis de la moralidad.

Smith explica: «Los análisis de Rand sobre el altruismo, incluidas sus afirmaciones sobre sus implicaciones morales, sociales y políticas, son una imagen prácticamente negativa de la defensa del altruismo por parte de Comte. Por lo tanto, por mucho que los críticos desestimen los ataques de Rand contra el altruismo por considerarlos injustificados, su tratamiento del altruismo, tal como lo discutió y defendió el hombre que originó el término y que defendió el altruismo con más detalle que ningún otro filósofo, antes o después, fue notablemente acertado».

Smith enfatiza que Rand se opuso al altruismo con el argumento de que es un deber. La benevolencia es voluntaria. La distinción tiene graves consecuencias políticas. El altruismo se convierte en la base moral del colectivismo. Se puede usar de manera malévola para obligar a las personas a sacrificarse. Smith refuta la absurda afirmación de que Ayn Rand, al rechazar el altruismo, abogaba por un desprecio cruel por el bienestar de los demás, y afirma que es categóricamente incorrecto considerar a Ayn Rand como alguien que «defendió el egoísmo en el sentido vulgar, según el cual un egoísta no debe preocuparse por el bienestar de los demás». De hecho, Smith concluye tras un examen exhaustivo y metódico de la posición de Rand: «Ese no era su punto de vista en absoluto».